Las fuerzas franquistas, en su estrategia de lucha contra
los grupos guerrilleros establecidos en la comarca Requena-Utiel desde finales
de diciembre de 1945, no dudarán en aplicar una férrea e indiscriminada
represión contra la población civil que durante el periodo republicano había
ejercido algún tipo de militancia sindical o política, intentando así
desarticular los puntos de apoyo y enlaces del movimiento guerrillero y
generando una espiral de violencia que obedecía a una inexorable dinámica de
acción-reacción entre la guerrilla y las fuerzas del régimen. Una dinámica que
se realimentaba a sí misma y que se llevó por delante a muchos ciudadanos
inocentes cuya única “culpa” era haber militado en el pasado en alguna
organización sindical o política y haber defendido la legalidad republicana. El
engranaje represivo y judicial de la dictadura no dudará en prevaricar, falsear
pruebas y usar la coerción, cuando no directamente la tortura o la eliminación
física, antes que realizar ningún tipo de concesión exculpatoria o
resarcimiento al supuesto “enemigo” ―por muy inocente que éste fuese―, en un
ejercicio de cruel ensañamiento con las víctimas, arbitrariamente condenadas a
la privación de libertad y a la exclusión social.
Oleana. Cuadernos de Cultura Comarcal, Centro de
Estudios Requenenses, n.º 29, 2015, pp.
155-188
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